FERTILIZANTES Y
ABONOS ORGÁNICOS
Si usted se relaja al levantarse por las mañanas y puede observar
su balcón, terracita o pedacito de patio llenos de plantas, y considera que su
cuidado requiere de algo que para usted se transforma en algo sumamente
importante; seguramente le interesará conocer las mejores formas de
mantenerlas hermosas y hacer que crezcan de forma saludable.
Pero no siempre disponemos del dinero (y
la verdad que sin entrar en términos políticos, en nuestro país nos cuesta
mucho más) para adquirir productos
especiales para ello, por eso es que
trato en este apartado de darle algunas ideas para el cuidado y mantenimiento
con algunos productos caseros.
Pero primero es importante saber:
Cómo
se alimentan las plantas
Para poder crecer y vivir, todos los
vegetales necesitan:
o * Luz solar
o * Agua
o * Dióxido de carbono
o * Macronutrientes: Potasio, nitrógeno,
fósforo, azufre, magnesio, calcio
o * Micronutrientes: Hierro, zinc, boro,
manganeso, etc…
Tranquilo,
todavía no salga corriendo a ver a su médico o farmacéutico amigo para que le
indique en que medicación se encuentran estos elementos.
Es
importante mencionarlos porque, cuando las plantas no tienen acceso a alguno de
estos elementos en las cantidades
apropiadas, manifestarán problemas más o menos importantes dependiendo
de la carencia específica que sufran.
Entonces,
donde se imagina usted que pueden encontrarse los macro y micronutrientes?
Si
la respuesta a esta pregunta fue en el abono, lo ha hecho de manera correcta
como un avezado participante de concurso de preguntas y respuestas; pero si
contestó en la farmacia de la esquina ha incurrido en un error y su
participación en el concurso está a punto de concluir.
Las
plantas son seres autótrofos, es decir, no necesitan ingerir otros organismos
(vio, no es necesario hacerles un asadito a las rosas u otros vegetales que
usted tiene) sino que ellas producen sus propios alimentos.
Para realizar el proceso de la alimentación,
las plantas necesitan tomar algunas sustancias del suelo y del aire, si vuelve
a lee más arriba los recordará, y
transformarlas.
El
proceso tiene los siguientes pasos.
a)
Las plantas toman agua y sales del suelo a
través de la raíz; éstas se encuentran muy ramificadas (vió que raros son los botánicos; a las raíces les dicen
“ramificadas”-como ramas del árbol-) y tienen unas prolongaciones diminutas,
parecidas a pelos (otra vez la rareza del nombre), por ellas toman el agua.
En el agua van
disueltas las sales que necesita la planta. La mezcla de agua y sales minerales
que entra en la planta se llama savia bruta (sin alusiones personales!)
b)
El tallo transporta la savia bruta a las hojas
(asciende como si tomara un ascensor)
Este ascensor está formado por unos tubos conductores (llamados vasos leñosos o
xilema) que recorren el interior del tallo, hasta que llega a las hojas.
c)
En las
hojas, la savia bruta se transforma (no se imagine pases mágicos) Aquí se
realiza el proceso fundamental de la alimentación de las plantas: la
fotosíntesis. Por ella, la savia bruta se convierte en savia elaborada, que no es
más que la mezcla del agua y los alimentos de la planta (sustancias orgánicas).
Pero, ( siempre hay un “pero”) para llevar a cabo esta transformación, las
plantas necesitan tomar dióxido de carbono del aire, a través de las hojas y la
luz del Sol, que les da la energía suficiente para realizar el proceso ( la luz
es el equivalente al combustible de un automóvil) Como producto de la
fotosíntesis, expulsan oxígeno por sus hojas.
d)
La savia elaborada se reparte por toda la planta
gracias a otros vasos conductores ( el ascensor que vimos antes, tiene que
descender) estos tubos se llaman: vasos liberianos o floema. Así, llegan a
todas las células del vegetal.
Entonces y como
usted acaba de leer, los vegetales necesitan ciertas sustancias para su normal
desarrollo; algunas las provee la atmósfera (sol y dióxido de carbono; pero el
resto las tienen que tomar del suelo.
Por
eso es tan importante elegir un tipo de abono que suministre los elementos
imprescindibles y en las cantidades necesarias y justas (ni más,
ni menos).
Puede
que a primera vista parezca que los abonos químicos son una solución rápida y
eficaz, pero no es así, y la explicación se menciona en el siguiente punto:
El abono químico
deteriora el ecosistema
A continuación se enumeran algunos de los inconvenientes que producen la utilización de abonos y fertilizantes químicos:
a)
Nitrógeno
Casi
todos los abonos químicos contienen grandes cantidades de este elemento, ya que
es uno de los macronutrientes que la planta necesita. Es necesario para la síntesis de la clorofila y, como ya fue mencionado,
tiene un papel en el proceso de fotosíntesis. La falta de nitrógeno y clorofila significa que el cultivo no
utilizará la luz del sol como fuente de energía.
Síntomas de deficiencia
Las
plantas deficientes de nitrógeno, tienden a atrofiarse, crecen más lentamente y
producen menor número de hojas, provoca madurez prematura comparadas con plantas que
poseen cantidades adecuadas de este elemento.
Según
un estudio de la revista Science, el exceso de nitrógeno en los fertilizantes,
su solubilidad, están causando una acidificación
de la tierra y las aguas dulces que conducirá al declive a largo
plazo de los ecosistemas.
Pero en nuestros vegetales los que produce es:
• Formación de plantas débiles con tejidos tiernos, y, por
tanto, más propensas a las plagas y enfermedades, al viento, a la lluvia, al
granizo, a las heladas...
• Las plantas
abonadas con un exceso de nitrógeno, son más sensibles a los ácaros (una
plaga).
• La floración es
escasa por el predominio de hojas (muchas hojas y pocas flores).
• Flores incompletas,
sin estambres o sin pistilos y éstas se caen antes de lo previsto ( se
marchitan más rápido) Frutos con color anormal.
• Aparece gomosis en
árboles frutales (exudación de goma por tronco y ramas).
b)
Destrucción de los microorganismos
Los abonos químicos, alteran la
composición natural de la tierra, el agua y su nivel de PH (la acidez),
destruyen gran parte de la vida microbiana que es, en realidad, una generosa
fuente de fertilidad y una pieza
clave en el mantenimiento de los ecosistemas.
Sin
la ayuda de los microorganismos, las plantas crecen, pero mucho más débiles y susceptibles a las
enfermedades.
Los abonos orgánicos
Se han utilizado desde el principio
de los tiempos de la agricultura, y sus ventajas son numerosas:
* Proporcionan a las plantas y microorganismos los elementos necesarios para
su supervivencia.
o * Mejoran la estructura, permeabilidad y textura del suelo.
o * Favorecen las descompensaciones de PH.
o * Mejoran la capacidad para absorber agua.
o * Requieren menos gasto de producción que los abonos químicos, pueden
producirse en su casa a partir de los residuos de basura orgánica.
Entonces ahora veamos cuáles son los
mejores abonos orgánicos:
o Compost, estiércol, humus de
lombriz
Aunque pueden proceder de fuentes
distintas son, básicamente, materia orgánica descompuesta por la acción de
organismos vivos. Se trata de un extraordinario
fertilizante que proporciona a las plantas y al suelo todo lo
imprescindible.
Tenga cuidado, cuando hablamos de
estiércol, no debe ser de animales como perros o gatos. Sí de equinos o ganado
vacuno.
En referencia al compost, en un
apartado siguiente le indicaré la forma más sencilla de prepararlo (no
desespere querido lector).
o Guano
El
guano son excrementos a aves. Se trata de un abono rico en fósforo (recuerde lector, que este elemento
ayuda a los vegetales en los procesos de obtención de energía, en la
fotosíntesis, y en los procesos de floración; por lo tanto, su carencia nos
puede dar plantas con escaso crecimiento, un déficit en su color o dificultades
en los procesos de formación floral), se
puede encontrar en forma sólida para añadir a la tierra o en forma líquida para
pulverizar (sí es que lo desea comprar en algún establecimiento hortícola).
o Harina de huesos
La
harina de huesos proviene de los mataderos en los que se utilizan los huesos de
los animales (vio que en la carnicería de su barrio se juntan aparte y luego
alguien los recolecta, bueno de ahí se obtiene), se limpian y se convierten en
polvo. Es un abono rico
en fósforo (si tiene un poquito de ganas vuelva a releer el párrafo anterior
donde se hizo mención a la importancia de este elemento).
o Algas marinas
Las algas marinas son
ricas en minerales y oligoelementos, así
como vitaminas y enzimas que
suponen una excelente fuente de fertilidad para las plantas. Son caras pero
fáciles de encontrar en cualquier establecimiento de jardinería, y su
aplicación es tan sencilla como rociar el cultivo en las dosis indicadas. Ahora
bien, si la utilización de este producto, puede llegar a causar un problema de
índole matrimonial no lo utilice; es muy común que las mujeres utilicen las
algas como producto de belleza para el cuerpo, por lo tanto no genere
discusión. Lo comparten y listo.
o Cenizas
Las
cenizas obtenidas a partir de elementos
de materia orgánica también son un buen abono natural. Entiendo
que la carne ya no está al alcance de cualquiera, pero si en algún momento de
su vida puede hacer asado o algo parecido; guarde las cenizas en una bolsa (al
otro día, espere que se enfríen) y luego las podrá utilizar.
Carecen
de nitrógeno, eso sí, pero contienen otros minerales alcalinizantes que sirven,
sobre todo, para corregir el PH ácido de la tierra.
o Borra de café
La
borra de café contiene nitrógeno, fósforo y potasio y además de suponer
alimento para las plantas, tiene la capacidad de corregir el PH de la tierra,
haciéndolo, al contrario que las cenizas, más ácido. Se prepara de la siguiente
manera: Cuando prepare café de filtro, luego de enfriado, no lo tire, déjelo en
un recipiente con aproximadamente 2 litros de agua y al cabo de 48 horas puede
utilizarse. Le sugiero también, en épocas estivales, si tiene un poquito de
pasto, riegue con este preparado y le servirá como ahuyenta mosquitos.
o El pelo
Si
tenemos un perro en casa al que se le cae el pelo, ya tenemos una utilidad:
usarlo como fertilizante. El pelo es rico en nitrógeno, estimula la actividad
bacteriana de la tierra y hace que las plantas crezcan más rápido. Se debe mezclar directamente en la tierra;
pero tenga cuidado que algunos animales tienden a recostarse sobre su propio
pelo caído y esta acción puede arruinarle las plantas. Como apostilla le
comento que hay empresas que
comercializan el pelo con fines agrícolas.
o Cáscaras de huevo
Sirven,
sobre todo, para aportar calcio. La mejor manera de utilizarlas es
pulverizándolas y mezclarlas con la tierra.
o Infusión de cáscara de banana o
plátano
El plátano y la
banana, contienen un alto valor nutricional en potasio, lo que beneficia la
floración y fructificación. Hierva las cáscaras (aproximadamente 3 ó 4) en u
litro de agua, filtrar y rociar una vez por semana, antes de la
floración.
AQUÍ VIENE LO
PROMETIDO: PREPARACIÓN DEL COMPOST
Como
ve, estimado lector, dependiendo de las
necesidades específicas de su huerta o jardín, las opciones son muchas y
variadas. Puede utilizar alguno de los elementos orgánicos como complemento si
sus plantas necesitan algún nutriente específico, pero de manera general, no hay mejor abono que el compost, ya
que sus ventajas son numerosas y he aquí algunas de ellas:
o * Es una forma de continuar el ciclo biológico de la materia
o * Es el método de abono más ecológico
o * Proporciona todos los macro y micronutrientes escenciales a las plantas
* Aumenta la actividad de los microorganismos (esos “bichitos” que a simple
vista no vemos, pero que en la mayoría de los casos son fundamentales para el
crecimiento de nuestras tan preciadas plantas)
o * Ayuda a la formación del grano de la tierra, proporcionando porosidad para
permitir el paso de oxígeno a las raíces
o * Retiene unos niveles de humedad óptimos
Inmortalice
en su cerebro, estimado lector, que con el paso del tiempo, la tierra va perdiendo nutrientes (macro y
micro) además de propiedades
imprescindibles para la salud y el bienestar de las plantas y que
ese suelo debe ser enriquecido; es como nosotros cuando estamos algo flojitos y
nuestro médico nos receta un complejo de vitaminas y una buena alimentación y
mejoramiento de calidad de vida.
Entonces,
la mejor y más ecológica forma de alimentar sus plantas es a través de materiales
orgánicos que veneran nuestro ecosistema.
Todo
muy lindo, pero usted lector se preguntará entonces, ¿qué es el compost?.
Pues
bien, el compost es el producto de la
descomposición natural de la materia orgánica que la hacen los organismos
descomponedores (bacterias, hongos) y por pequeños animales detritívoros, como
lombrices, escarabajos y otros insectos.
Esto no
es una creación moderna ya que desde tiempos remotos (hace cerca de 5000 años), los
campesinos estimulaban la fertilidad de sus cultivos mediante materiales
orgánicos descompuestos de los residuos animales y vegetales de sus granjas. La técnica de
ellos era simple, dejaban que ocurriera lo que sucede en la naturaleza; la
materia orgánica la incorporaban en el
suelo (en esa época no tenían camiones recolectores de residuos),se descomponía
aportaba sus nutrientes a la tierra de la que se alimentan de nuevo las plantas.
Pero para el detrimento del ser humano,, después de la II Guerra Mundial, esta
práctica fue abandonada en los países que tenían un mayor desarrollo industrial
y entonces se sustituyó uso de fertilizantes químicos, derivados del petróleo.
Entonces ocurrió que la fertilidad de los campos ha descendido de manera
considerable, debido a la actual carencia de materia orgánica en los suelos.
Esto hizo que
muchos organismos descomponedores desaparecieran y se alteró el ecosistema
natural.
El compostaje
doméstico se puede hacer en una simple pila de restos orgánicos, en composteras
fabricadas por nosotros mismos (con malla metálica, bolsas de residuos, baldes
de pintura vacíos y sin fondo, etc.)
Deberá ubicarse en un rincón
protegido para evitar bruscas variaciones tanto de temperatura como de humedad.
La posición ideal es debajo de un árbol o en algún rinconcito de su patio donde
haya sombra y lejos de las heladas del invierno.
Pero, sí es importante que esté ubicada
sobre la tierra y n o sobre cemento, ya que si no los descomponedores presentes en el suelo no
tendrán tan fácil el acceso al del recipiente.
El material
aportado al recipiente donde se hará el compost, deberá ser en trozos no
mayores a 5 cm, no es
necesario lector, que mida con una regla cada fragmento que deposite; el tamaño
no es tan exacto; sino que esta medida aproximada es la ideal para que los
organismos que lo van a descomponer actúen en tiempo y forma.
Existen dos
tipos de materiales que puede incorporar para formar nuestra preciada muestra:
Materiales húmedos: Ricos en agua y
sustancias nutritivas como el nitrógeno (restos de frutas y verduras, césped y
poda fresca, cáscaras de huevo, yerba usada, borra de café, etc.).
Materiales secos: Compuestos básicamente por carbono (pequeñas ramas, hojas secas, viruta,
paja, cartón, diarios viejos, -cuidado: no incorpore de revistas, ya que el
satinado de sus hojas y sus tintas resultarán tóxicos-etc.). Como son
materiales de descomposición lenta, es útil añadir estiércol de algunos animales
como ser: gallinas, conejos, ovejas, cabras, caballos, vacas, etc (si hace este agregado, tenga en cuenta a la hora de aplicarlo, que será
muy rico en nitrógeno, por lo que sus vegetales tendrán más desarrollo de
hojas). Deberá evitar excrementos de perros, gatos y demás
animales carnívoros, ya que pueden contener parásitos, que van a destruir a los
organismos formadores de nuestra preparación.
Tampoco
incorpore materiales cocidos, especialmente carnes y pescados, ya que pueden
atraer malos olores, moscas y roedores. Y mucho menos restos de cigarrillos, así que trate de no
fumar, que le hará muy bien a su salud, la de su familia y su bolsillo.
Todo esto que
fue mencionado, se deberá poner en los recipientes que antes fueron citados (si
no se acuerda, vuelva a leer un poquito más arriba), lo importante es que la
compostera tenga una base de unos 10 cm de ramitas, o cualquier otro elemento
que permita su aireación, no se compacte el fondo y permita la entrada de
microorganismos (es como la puerta de entrada de nuestro futuro compost).
El siguiente
paso es incorporar algunos materiales húmedos y secos mezclados, por lo menos
hasta la mitad de nuestro recipiente.
Acá me detengo
un poco para darle un pequeño secretito, si usted afamado lector, consigue
algunas lombrices y sobre todo si son las famosas Californianas,( si no de
cualquier especie, no es necesario que salga corriendo a tomar un avión para conseguir esas especies) es
recomendable que las agregue; la acción de estos anélidos favorecerá y
adelantará un poco el proceso de formación.
Lo ideal es que la relación entre materiales húmedos y
secos sea de 2:1.
Una o dos veces
por semana será conveniente remover el material, esto evitará la
formación de algunos insectos en la parte superior de nuestra compostera.
Si lo desea, en
épocas estivales, puede agregar un poco de tierra de jardín que también acelerará
el proceso de formación.
Lo importante
es, controlar la humedad en los distintos puntos de nuestra mezcla. Ésta será
la correcta si el material tiene un aspecto húmedo, pero no desprende líquido. (No debe estar encharcado, así que,
no se entusiasme al agregar algo de agua sí es necesario.)
Pero entonces
estimado lector, usted preguntará :¿cómo me doy cuenta si lo estoy haciendo de
manera correcta?. Bien, no se alarme, ni recurra a prácticas extrañas para
acelerar los resultados; el proceso funciona si los materiales que se vayan
compostando toman calor y pierden volumen, es decir que si la montaña de cosas
que usted va agregando tiene con un poquito de temperatura, no es necesario que
llame a su médico de confianza; el proceso por el cual los organismos
descomponedores realizan su acción indica un incremento térmico que en algunos
casos puede llegar hasta los 70/80° C. y luego se irá ralentizando.
Todo este proceso requiere de algo de
paciencia; ya vimos en el apartado anterior, que el compost recién estará
formado en unos 4 /5 meses.
Luego de este
período, le sugiero que comience a utilizarlo desde abajo hacia arriba, que es
como se habrá formado.
El compost maduro tendrá un olor agradable a
tierra de bosque y un aspecto grumoso de color marrón. Si el olor es fétido
significa que se ha instalado el proceso anaerobio, lo que sucede cuando hay
demasiada agua y poco aire. Nuestro compost tiene un aspecto brillante y viscoso. Si lo aprieta con la mano mancha y destila
líquido. No lo utilice de esta manera,
pero no se abrume lector, hay una solución: el remedio es simplemente remover
suavemente la mezcla para airearla, añadiendo si es preciso componentes secos
como papel o cartón troceados, trocitos
de ramas secas, etc.
Pero puede ocurrir lo inverso, que esté
muy seco, la falta de humedad es una
condición adversa para los organismos descomponedores, por eso deberá regar
(recuerde no hacerlo demasiado) y remover la masa añadiendo materiales húmedos como
restos de frutas y verduras y, si es posible, estiércol o compost ya preparado.
Si
huele a amoníaco, es factible que en la
mezcla haya exceso de materiales ricos en nitrógeno (césped fresco, restos de verduras y frutas,
etc.). Tampoco se angustie, ni llame a defensa civil por el inconveniente,
bastará con cubrir con unos 5 cm de
compost ya preparado, y mezclar.
Como verá lector, no es tan complicado
ni dificultoso darle a nuestro suelo los nutrientes que necesita. Créame que él
se lo agradecerá y retribuirá de manera inconmensurable.