Aprovechamiento
de materiales reciclables para la construcción de una huerta
Las huertas son una gran terapia para
todos los que vivimos en las ciudades agobiados de tanto cemento.
Esto
puede deberse a una multiplicidad de factores, pero el hecho de ver asomar a nuestras semillas y
llevar el fruto maduro a la mesa, sabiendo que fue cultivado por nuestras manos
nos transporta hacia la satisfacción del “deber cumplido”.
Para lograr esto, no es necesario un
gran campo, o una vasta extensión de terreno.
Podemos realizar nuestra tarea de
horticultores “avezados” con una gran cantidad de elementos, utilizando poco espacio y además contribuir a reciclar
algunos materiales que son altamente contaminantes.
Aquí van algunos consejos para comenzar y no entrar en pánico, estimado
lector, en el intento.
1.- Verificar
la disponibilidad de luz. Son necesarias al menos dos horas diarias de sol para
estimular la fotosíntesis de las plantas.
2.- Escoger las
especies adecuadas. Para los principiantes, es recomendable elegir las plantas
que requieren menos cuidados por ejemplo dentro de las aromáticas puede ser: albahaca,
romero, boldo, perejil, cilantro. Después se puede pasar a cultivar tomates,
remolacha, frutillas, acelgas lechugas y algunas espinacas, No se le ocurra
lector, sembrar zapallos Cabutia u otras
especies de esa índole en botellas plásticas. En cambio si el espacio que usted
posee en su domicilio es algo más amplio, puede utilizar algunos cajones
(consulte a su carnicero y pídale algunos de esos en los que vienen los
pollos), y si aún desea jugarse un poco más, puede recurrir a las cubiertas de
autos usadas, pero este tipo de construcción es motivo de otro ensayo que en
otra oportunidad se analizará.
Como
verá, estimado lector, puede utilizar su gran capacidad de imaginación para la
elaboración de su propia huerta, recurriendo a una enorme cantidad de materiales
que se pueden reciclar y de esta manera podrá contribuir al mejoramiento del
ambiente.
3.- Crear una
rutina de cuidados básicos. Regar una vez por día, cuidar que no tenga
plagas. Siempre es conveniente preguntar antes de tomar la decisión equivocada,
muchas veces la sintomatología de plagas es semejante a la de carencia de algún
oligoelemento.
Los
cultivos verticales plantean una solución al problema de los espacios reducidos
en las ciudades, pueden crearse en
lugares como balcones, terrazas, patios, o en cualquier lugar donde la tierra sea
escasa.
Lo importante, como ya fue mencionado, es no
restringir la imaginación y plantearnos el desafío de construir una huerta
doméstica.
Cualquier
persona puede experimentar la creación y construcción de su propia huerta o
jardín vertical, que es lo que ahora le voy a sugerir.
Este
tipo de cultivo no está sujeto a limitaciones presupuestarias, ni a la
variación del mercado cambiario, el precio del dólar, el euro u otros
menesteres especiales.
Aunque
sí, es importante, la estética del producto final. Se pueden plantear algunas
recomendaciones y una pequeña guía de cómo hacer su tan querida y preciada
huerta vertical con material reciclado.
Para comenzar construyendo su primer cultivo vertical en botellas,
que a mi entender es una de las más vistosas, lo primero que debe hacer es recolectar,
obviamente, botellas de plástico, pero lo
importante es que estas sean todas del
mismo tipo (lo ideal es que sean de 1,5Lts o más) para poder encajarlas unas con otras.
Trate, lector, de recogerlas de la calle, si bien los
fabricantes de bebidas gaseosas no van a estar muy conforme con lo que le voy a
decir; cuantas menos aguas gaseosas tome, más se lo agradecerá su cuerpo.
Luego debe decidir
qué plantas vas a cultivar, esto ya fue mencionado en el apartado anterior
aunque también dependerá de sus gustos, necesidades, y época del año.
Además de las botellas necesitará los siguientes materiales:
•
Compost (1 bolsa chica). También puede utilizar turba, o una combinación de
ellos.
•
Las semillas de las especies elegidas.
•
Piedras
•
1 palita
•
1 regadera (que también puede hacerla con otra botella a la que le perfora la
tapa)
•
1 tijera o cúter
Ahora
sí, manos a la obra
1.- Con el cúter debe dividir una botella por la
mitad de manera vertical.
2.- Las dos mitades formarán la parte basal y terminal
de nuestro prototipo.
3.-
Luego cortar la parte inferior de 5
botellas (unos 5 cm desde su terminación hacia arriba), que se van a usar para conformar la estructura central del
huerto.
4.- Ahora, a las botellas que
se usarán para la parte central de la estructura debe abrirle una pequeña ventana de unos 6x6 cm aproximadamente, este tamaño no es
arbitrario; pero no se extralimite porque le sacará resistencia al envase
haciendo que se debilite su estructura; pero tampoco sea mezquino
Esta
ventana será el lugar por donde saldrá cada plantita que usted verá crecer con
mucho cariño.
5.- Luego de haber preparado todas las botellas deberá comenzar con el relleno de las mismas.
En primer lugar debe tomar la base (una mitad
de botella) y rellenarla con 2-3cm de piedras, trate que éstas no sean de un
tamaño muy grande, elija algo que sea agradable a la vista.
Y usted lector, se preguntará a esta
altura, ¿para qué es esto? Bien, no se desespere, este paso le asegurará el
soporte y equilibrio a la estructura, ya que sin una buena base, en la vida,
nada puede realizarse.
6.- A
continuación, a cada botella del esqueleto
central, deberá rellenarla boca abajo con la cantidad de piedras suficientes
hasta cubrir completamente la parte más angosta de la botella ( el pico deberá
estar apuntando al centro de la tierra, tranquilo este acto no generará ningún
movimiento sísmico!).
Este paso es muy importante, ya que las
piedras que utilizará permitirán asegurar el drenaje del agua. Caso contrario,
al no incorporarle las piedritas, el agua de riego escurrirá hacia abajo junto
con la tierra y no prosperará su tan ansiada complexión escultural digna de
Miguel Ángel.
7.-
Una vez incorporadas las piedras, con un palita (que en otro momento también
podré enseñarle como se fabrican con botellas) deberá agregar compost o
sustrato, que es el que le recomiendo (si lo desea ya se vende preparado en los
viveros) pero tenga cuidado de no sobrepasar la altura de la ventana con
la mezcla.
8.- Una vez que
las botellas han sido encajadas por el pico y ya con toda la mezcla y los
sustratos, se procederá a la siembra. Ya hablamos de las especies
recomendables, si no se acuerda, vuela más arriba, no hay problema.
Por cada botella
incorpore 3 ó 4 semillas de cada especie.
La profundidad de
plantación es de 1,5 veces la longitud de la semilla (tampoco es trascendental
que esté con una regla midiendo cada una de las semillas, no es tan arbitraria
la profundidad del pocito). Luego, tape con la misma mezcla y con cuidado de no
lastimar las semillas, presionando suavemente.
9.- Repita los
pasos 7 y 8 las veces que usted considere necesario para lograr la altura que
desee, trate de no igualar a las torres
de Burj Khalifa (en Dubai, con 828 m) ya que le resultará algo
dificultoso el riego.
10.- Y ya que mencionamos al riego, comience con un rociador en cada uno de los módulos, y hasta que las plantas no crezcan trate de no encharcar.
Luego
cuando tengan una altura de unos 4 – 5 cm comience a regar desde el módulo
superior con una regadera, muy despacio, hasta que se sature la tierra y caiga
al recipiente de abajo, y así el agua irá escurriendo en cada uno de los
módulos. ¿Se acuerda que hablamos de las piedritas en el pico de la botella?. ¿Vio
lector para que era? De esta manera el agua de riego escurre con normalidad.
Algo como muestra la siguiente figura podría quedarle terminada.
Este
modelo que le estoy planteando es uno de tantos que se conocen para este tipo
de plantaciones.
No
obstante, son infinitas las variaciones que existen, para utilizar botellas o
bidones incluso, para confeccionar huertas de este tipo. Es más, he visto
estimado lector, una pequeña huerta construida con un tambor plástico de 200 litros cortado en
sentido transversal y sostenido a una losa por gruesas cadenas.
Como
verá, lo importante es animarse a hacerlo, y disponer de unos minutos diarios
para el riego y cuidado mínimo. Además, contribuirá con el reciclado de
elementos que al ser descartados en la vía pública contaminan de una manera
inconmensurable el ambiente.
Créame, si nuestros hijos nos observan haciendo esto,
pasarán algunas cosas:
a)
Si al estar construyendo su huerta lo
observan y salen corriendo hacia el teléfono; deténgalos, usted no tiene
ninguna patología que medite su internación.
b) La pregunta siguiente es: ¿Má..o Pá..-, estás
bien?
c)
Cuando usted le explique lo que está
haciendo, al principio y como todo adolescente, soltará una risa sarcástica,
pero con el tiempo se dará cuenta que usted lo está haciendo para cuidarle el
lugar donde vive, reciclando y contribuyendo con la alimentación saludable
familiar.
d) Por
último, que mejor que educar con el ejemplo.
Ahora bien,
es importante desmitificar el tema de la contaminación alimentaria en el uso de
este tipo de productos.
Los
rumores indican que cuando un envase plástico se encuentra expuesto al sol,
libera en su interior sustancias que pueden llegar a ser tóxicas para el
consumo del ser humano,
Como
también quien les está dejando esto tiene algún conocimiento de la química
les paso a comentar una breve reseña de
ellos:
Las dioxinas, cuya
denominación química es dibenzo-p-dioxinas (no importa, no se asuste), son
compuestos orgánicos formados por dos anillos de benceno unidos por un par de
átomos de oxígeno.
Los furanos , que tienen propiedades químicas similares a las dioxinas, son compuestos orgánicos
heterocíclicos (sus moléculas contienen por lo menos un átomo que no sea de
carbono).
En total se conocen 210 dioxinas y
furanos.
Genéricamente, los químicos (no tenga la imagen de esa gente con poco pelo y encerrados en laboratorios maléficos) se refieren a las "dioxinas" para denominar a un grupo de compuestos peligrosos, con parecidas estructuras y mecanismos de acción tóxica.
Se incluyen en este conjunto, por la
similitud de sus propiedades y efectos, los siguientes compuestos: siete
dibenzo dioxinas policloradas (PCDDs), diez dibenzo furanos policlorados
(PCDFs) y los doce bifenilos policlorados (PCBs) "similares a las
dioxinas" que fueron mencionados
anteriormente.
Es importante destacar que, a
diferencia de los PCBs, las dioxinas y furanos no son productos fabricados a
propósito por el hombre con fines determinados.
En la práctica, estas sustancias se
generan involuntariamente, como subproductos no deseados durante la fabricación
de herbicidas, conservantes de madera, antisépticos, pesticidas, productos de
papel, etc., o durante reacciones químicas fuera de control.
También se producen cuando se queman a
temperaturas no muy elevadas, de 250 a 400 °C, diversas sustancias, tales como
PCBs, nafta con plomo, plásticos, papel y madera.
Por lo tanto, y luego de esta breve
explicación, estimado lector, para que se liberen estas sustancias y sean
cancerígenas, se deben generar
temperaturas muy altas, y no creo que alguno de nosotros pueda soportar unos
250°C de sensación térmica!!!, por lo
tanto, tranquilo, por el momento no
incinere su obra maestra.
Pero, ¿qué beneficios le da el huerto vertical?
-
El sistema permite una buena circulación de aire para las plantas.
-
Aporta protección contra plagas y enfermedades, y no aparecen las malezas que
tanto trabajo nos dan para sacar.
-
Utiliza eficientemente el espacio, obteniendo un mayor número de plantas por
superficie.
-
Adelanta la época de cosecha.
- Genera
hábitos de alimentación saludable.
-
Es un sistema apto para ser trabajado por niños, adultos mayores y personas con
capacidades diferentes.
-
Tiene un alto valor estético.
- Y sobre
todo, se contribuye al reciclado de materiales para el mejoramiento del
ambiente donde vivimos nosotros, y por
sobre todas las cosas: NUESTRA FAMILIA.