ACELGAS
Las “semillas” de acelgas que se suelen
plantar son, en realidad, pequeños frutos con cuatro o cinco semillas (si, es
correcto lo que está leyendo, no se asuste, ni piense que quien está
escribiendo tiene alguna alteración neurológica), cada una de ellas origina
varias plantas.
Entonces, al plantar esos frutos ,que les
recomendamos dejarlos en remojo el día anterior, el resultado es que las plantas surgen
agrupadas en macizos.
SUELOS: Prefieren los suelos ricos,
húmedos, y con suficiente materia orgánica. En pequeños huertos o maceteros
basta con agregar una cantidad generosa de compost a la tierra, aproximadamente
2 kg/m2.
SIEMBRA: La siembra se hace de manera
directa, preferentemente a 2 cm de profundidad. La separación entre surcos es
de unos 30 cm y entre las plantas de unos 10 cm, luego del raleo.
Es recomendable en nuestra huerta sembrar con
intervalos de dos semanas y de esta manera
tener siempre vegetales para cosechar.
.
Pueden crecer perfectamente sin mucho sol.
Esto la hace ideal para ponerlas o plantarlas en lugares que tengan algo de
sombra durante el día. Aunque si por algún motivo deben estar a pleno sol
deberá tener cuidado de que no sea en lugares o espacios demasiado calurosos,
por ejemplo cerca de alguna pared o una chapa.
Si ocurre esto la planta florecerá pronto y su
sabor será amargo.
En
cuanto a la recolección y de acuerdo a la especie, variará entre 10 y 16
semanas y se cortarán las hojas exteriores (solo las que vaya a consumir, no
arranque de más) dejando el centro de la planta, así en aproximadamente, 15
días podrá hacer una nueva cosecha.
Pueden
hacerse hasta 10 cortes por planta, dependiendo de la especie (no se olvide
lector que son plantas anuales).
A modo de curiosidad les comentamos que
existen variedades de acelgas de “pencas” rojas y otras amarillas; entre estas
casi no hay diferencia en el sabor. El cultivo es más que nada ornamental en
nuestra huerta y al consumirlas es más agradable a la vista (es comer algo
distinto).
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